En este artículo verás:
• Cómo ha evolucionado Coreco en estos 40 años.
• Qué valores han guiado su forma de trabajar y fabricar.
• Cómo se relaciona con distribuidores, instaladores y clientes.
• Qué retos y horizonte de futuro ve la empresa en el frío profesional.
En 1985, en Lucena (Córdoba), nació Coreco con una idea sencilla: fabricar equipos de refrigeración profesional que aguantaran el ritmo real de bares, restaurantes y comercios de alimentación. No había grandes planes de marketing ni discursos grandilocuentes; había oficio, acero, soldaduras, espuma aislante y mucha atención a lo que pedían los clientes.
Cuarenta años después, los equipos de Coreco están presentes en todo tipo de negocios: desde pequeñas tiendas de barrio hasta supermercados, restaurantes, hoteles, cocinas centrales y tiendas gourmet. Muchos de esos equipos viven en zonas de almacenamiento y cocinas; otros están frente al cliente, mostrando productos que se han convertido en parte de la identidad de cada negocio.
Este 40 aniversario no se vive como un punto final, sino como un buen momento para parar un segundo, mirar atrás y preguntarse: ¿cómo se llega hasta aquí haciendo frío profesional durante cuatro décadas?
1. De Lucena al mundo, sin soltar la fábrica
Coreco nace como una empresa familiar especializada en refrigeración profesional para hostelería y alimentación. Los primeros equipos no estaban pensados para catálogos brillantes, sino para resolver necesidades muy concretas:
- conservar género en buenas condiciones,
- mantener la cadena de frío,
- y facilitar el trabajo en bares, restaurantes, carnicerías, pescaderías y tiendas de alimentación.
Con el tiempo, la marca deja de ser solo cosa de la zona de Lucena y empieza a aparecer en otros puntos de España. Más adelante, cruza fronteras y llega a decenas de países. Lo hace de forma paulatina, apoyándose siempre en distribuidores e instaladores que recomiendan la marca porque han probado antes sus equipos.
Hoy, Coreco está presente en más de 70 países, pero la base sigue siendo la misma: una fábrica en Lucena, un equipo estable y una forma de entender el negocio muy ligada al territorio y a la industria local.
2. Una forma de ser: industria cercana y manera de trabajar
Más que un eslogan, Coreco tiene una forma de entender la empresa que se ha mantenido en el tiempo.
La empresa se ha construido sobre algunas ideas sencillas: hacer bien las cosas, cuidar los detalles, escuchar al cliente y ofrecer un entorno de trabajo estable, donde las personas puedan desarrollarse profesionalmente sin renunciar a su vida personal.
Sobre esa base se apoyan principios muy concretos:
- Fabricar en España, con medios propios y controlando los procesos.
- Diseñar pensando en lo que pasa de verdad en los armarios, vitrinas y expositores, no solo en la ficha técnica.
- Escuchar a distribuidores, instaladores y usuarios y ajustar cuando algo se puede mejorar.
- Cuidar al equipo humano y al entorno en el que trabaja.
- Mantener una línea clara de calidad, innovación útil y responsabilidad medioambiental.
No son palabras vacías: quien visita la fábrica ve planos, acero, procesos automatizados… pero también la sensación de que se trata de un proyecto que se ha ido levantando poco a poco, a base de constancia.
3. Lo que hemos aprendido después de 40 años de frío
En cuatro décadas, el sector ha cambiado mucho: normativa, gases, eficiencia energética, diseño, digitalización… Pero hay tres ideas que se repiten una y otra vez cuando se habla con la gente de Coreco.
3.1. Conservar bien es tan importante como mostrar bien
El frío profesional no vive solo en la cocina. Una buena parte del trabajo de Coreco está en cámaras de conservación, armarios refrigerados, muebles de apoyo y equipos que casi nadie ve pero que sostienen la calidad del producto día tras día.
Otra parte muy importante está cara al público:
- vitrinas de exposición,
- murales refrigerados,
- expositores de producto fresco,
- cavas de vino,
- armarios de maduración a la vista.
En un supermercado, en una tienda gourmet o en una barra de restaurante, estos equipos no solo conservan: cuentan una historia. La forma en que se iluminan, cómo se ordenan los productos, el cristal, la sensación de limpieza y orden… todo eso influye en lo que el cliente percibe.
Como fabricante de refrigeración profesional para el canal HORECA y la alimentación, Coreco ha ido aprendiendo a trabajar en esas dos caras del frío:
- la que no se ve (donde importa cada grado y cada hora de funcionamiento),
- y la que se ve (donde, además, importa la confianza, la apetencia y la imagen del negocio).
3.2. No hay un solo “frío profesional”
Hace 40 años, el foco estaba sobre todo en cámaras y equipos de servicio para hostelería clásica. Hoy el mapa es mucho más variado:
- restauración organizada,
- tiendas especializadas,
- espacios gourmet,
- hoteles,
- supermercados y cadenas de alimentación,
- cocinas centrales,
- negocios híbridos (tienda + degustación + delivery),
- proyectos donde el frío está muy presente en sala.
Esa diversidad ha obligado a diseñar soluciones muy distintas: cámaras para back-office, vitrinas con mucha presencia en sala, expositores de murales refrigerados, cavas que forman parte del interiorismo, abatidores que sostienen la producción en cocina, etc.
La lección es clara: cada tipo de negocio tiene una forma distinta de usar el frío, y el trabajo del fabricante consiste en adaptar la tecnología a ese uso, no al revés.
4. Crecer sin perder el oficio: la evolución por etapas
La trayectoria de Coreco puede leerse casi como una línea de tiempo del frío profesional en España.
4.1. Años 80 y 90: aprender de cerca
En los primeros años, Coreco fabrica sobre todo para hostelería y pequeños comercios. La relación con los clientes es muy directa: muchas mejoras nacen de una visita a una cámara, de un problema que se repite, de una vitrina que podría conservar mejor o ser más cómoda de trabajar.
Son años de aprender el oficio:
- entender cómo afecta cada detalle al rendimiento,
- mejorar aislamientos,
- estandarizar procesos,
- ir afinando las gamas.
La expansión llega poco a poco: primero más mercado nacional, después los primeros pasos fuera.
4.2. Años 2000: laboratorio, eficiencia y más mercados
Con el cambio de siglo, la empresa refuerza su carácter industrial:
- pone en marcha un laboratorio propio de ensayos,
- mide consumos y prestaciones con más precisión,
- y empieza a diseñar equipos con el ahorro energético como objetivo concreto.
Paralelamente, Coreco consolida su presencia internacional. Muchos de sus equipos empiezan a verse en murales, vitrinas y cámaras de negocios que ya no están a pocas horas de Lucena, sino a miles de kilómetros.
4.3. Años 2010: nuevas normas, nuevos refrigerantes
La década de 2010 trae consigo normativas más exigentes en materia de eficiencia, etiquetado energético y refrigerantes. El sector entero tiene que adaptarse; no es opcional.
Coreco responde reingenierizando gamas, introduciendo gases de menor impacto climático y ajustando diseños para cumplir con las directivas de Ecodesign y eficiencia energética, sin perder la robustez que caracteriza a la marca.
Son años en los que se toman decisiones que no se ven de inmediato, pero que preparan a la empresa para un entorno más regulado y más sensible al tema energético.
4.4. 2018–2025: digitalización y fábrica más conectada
Como fabricante de refrigeración profesional para el canal HORECA y la alimentación, los cambios también se han vivido de puertas adentro:
- líneas de producción más automatizadas,
- integración de sistemas de gestión (ERP, trazabilidad, documentación técnica),
- monitorización de consumos energéticos,
- uso de diseño 3D, simulación e impresión 3D en prototipos,
- primeros pasos hacia una fábrica más inteligente, con datos en tiempo real y mantenimiento más preventivo.
De cara al cliente, esto se traduce en equipos mejor controlados, con más información disponible, y en la posibilidad de integrar parte del frío profesional en proyectos donde la conectividad empieza a formar parte del día a día.
5. Personas, equipo y forma de trabajar
Detrás de cada cámara o vitrina hay manos, decisiones y mucha experiencia acumulada. Para Coreco, hablar de calidad implica también hablar de cómo se trabaja dentro.
5.1. Oficio, continuidad y desarrollo
En la fábrica de Lucena conviven personas que llevan medio vida profesional en la empresa con otras que acaban de llegar. Hay historias de gente que empezó en tareas muy básicas y hoy coordina equipos, forma a nuevos compañeros o participa en proyectos de mejora.
La empresa apuesta por:
- empleo estable,
- formación continua en tecnología, seguridad y procesos,
- promoción interna cuando hay oportunidad.
No se plantea como un mérito extraordinario, sino como una forma sensata de construir un proyecto industrial: darle al equipo razones para quedarse y crecer.
5.2. Plantilla mixta y conciliación como algo lógico
Si algo hemos aprendido en estos 40 años es que los equipos estables no se sostienen solo con buenos productos, sino con una forma de trabajar razonable. En la fábrica de Lucena conviven personas de distintas generaciones, hombres y mujeres, gente que empezó aquí muy joven y hoy comparte línea con quienes acaban de incorporarse.
A lo largo de los años hemos ido implantando medidas de conciliación, adaptaciones de jornada y flexibilidad que permiten que el trabajo encaje con las distintas etapas vitales: quienes tienen hijos pequeños, quienes cuidan de familiares o quienes siguen formándose. No lo contamos como un logro, sino como algo lógico si quieres que la gente se quede, crezca y se sienta parte del proyecto.
Hoy la plantilla de Coreco es claramente mixta, tanto en oficinas como en producción y en áreas técnicas. Es cada vez más habitual ver mujeres en fabricación, ingeniería, calidad, administración, logística o responsabilidad intermedia.
La empresa cuenta con políticas de igualdad y conciliación reconocidas oficialmente —como la Marca Andaluza de Excelencia en Igualdad (MAEI)—, pero puertas adentro lo que se valora de verdad es que estas políticas se traduzcan en algo concreto: un ambiente de trabajo donde se combina exigencia profesional con respeto a las personas y a su vida fuera de la fábrica.
6. Clientes, distribuidores y sector: crecer acompañado
Si hay un punto que en Coreco se repite mucho al hablar del 40 aniversario es la palabra confianza.
En estas cuatro décadas, la empresa ha tenido la suerte de trabajar con:
- distribuidores que apostaron por la marca cuando aún no era tan conocida,
- instaladores que han montado cientos de cámaras, vitrinas y expositores con el logo de Coreco en la puerta,
- clientes finales —desde pequeños negocios hasta grandes grupos— que han elegido estos equipos para conservar y mostrar sus productos.
Mucho de lo que hoy forman parte de las gamas de la empresa viene de esa relación:
- de una llamada de servicio técnico,
- de una visita para ver por qué una instalación funciona de una forma u otra,
- de un distribuidor que propone un ajuste,
- de una tienda que necesita que su mural o su vitrina se vea de otra manera.
La empresa también colabora con centros de Formación Profesional y universidades, participa en asociaciones sectoriales y se implica en iniciativas locales. La idea de base es sencilla: Coreco no ha caminado sola. Ha crecido dentro de un ecosistema industrial y hostelero del que forma parte y al que intenta aportar de forma responsable.
7. Mirando hacia adelante: frío, personas y cambio continuo
Como fabricante español de refrigeración profesional para el canal HORECA y la alimentación, cumplir 40 años anima a mirar atrás, pero en la fábrica de Lucena la vista está, sobre todo, puesta en lo que viene:
- nuevas exigencias en eficiencia energética y sostenibilidad,
- más conectividad y digitalización en cámaras, vitrinas, murales y expositores,
- modelos de negocio HORECA que seguirán cambiando (delivery, retail + degustación, espacios experiencia, etc.),
- clientes que piden equipos que consuman menos, conserven mejor y se integren mejor en sus locales.
El objetivo de Coreco para los próximos años no es reinventarse cada cinco minutos, sino seguir afinando el oficio:
- mejorar la eficiencia de las soluciones de conservación y exposición,
- facilitar el trabajo de distribuidores e instaladores,
- cuidar la relación con quienes confían en la marca,
- y mantener un entorno de trabajo donde la gente pueda seguir diciendo “llevo muchos años aquí… y me compensa”.
8. Un 40 aniversario que se celebra trabajando
Resumir 40 años de Coreco en unas páginas es dejar fuera muchas anécdotas, nombres y proyectos. Pero hay una idea que atraviesa este aniversario de principio a fin:
- Se puede hacer industria desde un lugar concreto,
- se puede apostar por el frío profesional como oficio serio,
- se puede crecer sin dejar de escuchar,
- y se puede cuidar de las personas mientras se levantan cámaras, vitrinas, cavas y expositores que cada día sostienen el trabajo de miles de negocios.
Coreco cumple 40 años sin cambiar de esencia: fabricar frío profesional, conservar y mostrar producto, acompañar a distribuidores y clientes y mantener una fábrica viva en Lucena.
El mejor modo de celebrarlo es, probablemente, el de siempre: seguir trabajando, ajustar lo que haya que ajustar y estar a la altura de la confianza que tanta gente ha depositado en la marca durante estas cuatro décadas.
Como fabricante de refrigeración profesional para el canal HORECA y la alimentación nos sentimos orgullosos de nuestra contribución al sector apoyando todas las iniciativas y asociaciones que redunden en mejoras para todo el sector.
